Semanario PROPUESTA/18 julio de 1996
Tania Libertad
SE CANTA EN LO QUE SE CREE;
LA
CANCIÓN POLÍTICA NO ES UNA MODA
Angélica Beltrán
Con su andar despreocupado y su rostro amable,
Tania Libertad bajaba las escaleras principales del Palacio de Bellas Artes
junto con los guardias de seguridad y su representante. Había finalizado su
actuación en el marco de la celebración del XX Aniversario de la Federación
Latinoamericana de Periodistas (FELAP) y, luego de halagar a un numeroso
público, se encontraba firmando autógrafos y sonriendo a la gente.
Propuesta le preguntó sobre el rumbo que llevaron y llevan actualmente
las sugerencias y mensajes de las canciones que interpreta. En su tiempo fue
identificada con el movimiento musical Canto Nuevo, que se distinguió por
la letra de las canciones consideradas de protesta, en el decenio de los años 80
en Latinoamérica.
A la pregunta acerca de qué ha quedado de ese movimiento, ella responde con
serenidad: “hemos quedado nosotros, los cantores, quienes hemos cambiado de
generación, de manera de expresarnos, pero no se ha perdido la intención en
nuestra música. Lo que ya no existe es nuestro movimiento, cada quien está
desarrollando su propio proyecto, apegado a sus creencias”.
“Yo sigo creyendo en los mismos ideales, canto lo que puede adecuarse a la época
actual, no me interesa cantar canciones que no tienen nada que ver con lo que
estamos viviendo; pero pienso que el rock es el que está tomando la vanguardia
musical.”
“Actualmente el rock tiene más fuerza que cualquier otro género. Sus
intérpretes se están convirtiendo en juglares; son ellos ahora los portadores de
la voz popular, son los roqueros los que más están llegando a las masas jóvenes
y eso fue lo que pasó con nosotros hace 10 ó 15 años”.
Tania Libertad aseguró en medio de la multitud que no son los momentos de
inconformidad social los que le hacen interpretar canciones de protesta, “mis
canciones nunca han sido una cuestión de moda; si uno cree en la justicia tiene
que defenderla siempre, no a ratos.”
“Yo he defendido toda mi vida las grandes cuestiones como la justicia, la
libertad y la igualdad. La gente que me ha seguido de cerca ha oído en mis
conciertos una defensa de las cosas en las que creo. Yo no me voy a subir ahora
en el carro de la revolución, siempre he estado inmersa en las cosas en las
cuales creo”, señala enfática.
“De repente hay gente que dice: ahora sí, vamos a cantar en contra de la
injusticia y eso no se vale, pues no es una cuestión de moda ni de oportunismo,
es una cuestión de convicciones”.
Su semblante se había tornado agrio e irónico; hablaba también con las manos,
para asentar perfectamente su postura: “en México creo que se está viviendo un
momento fuerte, la gente está tomando conciencia de muchas situaciones, pero no
olvidemos que cada momento es parte de la historia de este país; por lo tanto,
yo no veo por qué tendríamos que habernos desprendido los de mi generación de
los mensajes de entonces, de nuestras creencias, nuestras convicciones.”
Aseguró que no son acontecimientos sociales los que se
necesita para interpretar canciones políticas, sino “una sensación que sale del
interior de uno mismo, no es cuestión de moda, no es algo que venga de afuera y
te provoque. Uno tiene que ser conciente de su realidad y de los hechos y de que
debe de tomar partido siempre. Yo me he mantengo en la defensa de mis ideas,
antes y ahora mi línea no ha cambiado”.
Llevaba un holgado pantalón oscuro y una entallada blusa del mismo tono; su voz
era fuerte y sus gestos irónicos al mencionar que para ella no había etapas en
su música, ésta había continuado invariable, pues los mensajes no los influyen
las condiciones externas, sino que nacen de su interior, a partir de su propia
visión de la vida.
Tania Libertad añadió “no porque en este momento se necesita vamos a cantar
todos canción política. El canto y su mensaje es más bien una necesidad de
expresión, lo que uno en quiere decir, y cómo lo dice, no lo dicta lo que está
sucediendo afuera sino la propia conciencia, en función de lo que uno está
viendo que sucede a tu alrededor. No se trata de poner de moda una corriente
musical, me parece sumamente injusto que lo pretendan poner como moda: ahora
todos vamos a cantar ¡que viva el subcomandante Marcos! y ¡viva la revolución!,
porque ahora sí todo el pueblo está inconforme.
Claro que no. Esa situación de inconformidad social ha existido siempre, siempre
se ha vivido, siempre hubo cosas por las cuales mantener la inconformidad, se
equivocan al creer que uno en ciertos momentos se queda tranquilo porque todo
está bien y mañana: ¡ahora sé, vamos a protestar! No es así.
El aroma de los ramos de gardenias y rosas de varios colores que traía Tania
Libertad pegadas a su pecho, obsequio de sus admiradores, perfumaban la escena.
Su menuda figura en el centro de atención mantuvo en silencio a los presentes.
Con breves sobresaltos la artista peruana continúo diciendo: “los jóvenes en
estos momentos prefieren el rock –es su música favorita, y casi el 75 por ciento
de la población es joven, lo sabemos.
“El movimiento que se dio en llamar Canto Nuevo, en el cual a mí me
identificaron, y que se distinguió por sus canciones llamémoslas de protesta, ya
no existe. Los que formamos parte de él, tenemos cada uno nuestro propio
proyecto, seguimos defendiendo lo que creemos”.
“Nosotros no estuvimos en un movimiento nada más porque estaba de moda o porque
se debían cantar ciertas canciones; estuvimos ahí porque creemos en algo; y
ahora seguimos en eso, nada más que solos”.
Con una sonrisa y aún con tarjetas y cuadernos qué firmar, la cantante,
considerada una de las mejores voces de Latinoamérica, se retiró custodiada por
los guardias que la condujeron hasta el auto que ya la esperaba en las afueras
del gran Palacio de Bellas Artes, en aquella noche fría y lluviosa.
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