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Angélica Beltrán
Febrero, 1997
COSÍ FAN
TUTTE (ASÍ SON TODAS)
Al apagarse las luces del auditorio se prendieron los lamparitas
verticales de los músicos, y se dejó oír la melodía que dio inicio a la
ópera "Cosí Fan Tutte" de Wolfgang Amadeus Mozart. En lo alto del
escenario se iluminó una franja blanca, transparente en momentos, la que
fungió de pantalla; desde ahí, la traducción de la obra.
La orquesta de Cámara de Bellas Artes acompañó las voces de dos
sopranos, un tenor, un barítono, un bajo y un mezzosoprano, quienes
representaron el poema dramático "Así son todas", escrito hace más de
200 años en Austria.
Esta ópera fue presenciada la noche de ayer en el Poliforum Mesoamericano, en un acontecimiento
calificado de histórico en la vida cultural del estado de Chiapas, pues constituía
la primera representación de una obra operística en la entidad.
En la oscuridad, y poco a poco, fueron llegando los espectadores; la
mayoría mostraba sus rostros alegres, mismos que se tornaban solemnes a
intervalos, ante el desconocimiento del proceder más adecuado para la
ocasión.
Muy entusiasmados entraron al recinto aquellos que presenciarían por
primera vez en su vida una ópera, se les veía hasta desconcertados ante
la nueva experiencia. A la entrada, una espectadora dijo que desconocía
en que consistía una ópera, no tenía antecedentes ni por televisión; así
que aprovechó el momento y los boletos de cortesía para conocer el
espectáculo "disque musical".
La élite política y económica del estado llegó muy puntual y se dispuso
a ocupar los mejores lugares del auditorio, se fueron todos ellos
derechito a sus asientos, sin detenerse a comprar nada en el stand de
sodas y bocadillos, colocado en la puerta principal.
Las mujeres pertenecientes a esta élite vistieron elegantes vestidos de
noche y lucieron peinados altos, como se acostumbra en estos casos. El
resto del público vistió tanto ropa de fiesta como casual, no obstante,
fue notorio el empeño que puso la gente común en su arreglo personal. Se
dejaron ver sacos largos en cuerpos pequeños, vestidos de primavera,
suéteres -prácticamente inusuales en esta ciudad, donde la temperatura
oscila entre los 25 y 30 grados centígrados; faldas oscuras y
entalladas; así como jovencitas maquilladas, que en otro momento
lucirían al natural.
Ya en el auditorio Palenque, dividido en tres secciones diferenciadas
por el color de los asientos, la gente ocupó sus respectivos lugares.
Los asientos color naranja, ubicados cerca de la orquesta, en la planta
baja, tuvieron un costo de $100 pesos; ese fue el lugar ocupado por los
funcionarios públicos, a quienes se les obsequió el pase de entrada, y
que para tal evento se hicieron acompañar de familiares y amigos. Con
bombos y platillo, el maestro de ceremonias anunció la asistencia del
secretario de Gobierno, Homero Tovilla Cristiani, en representación del
gobernador del estado, Julio César Ruiz Ferro.
Desde el color magenta, nivel B, intermedio, presenció la ópera la gran
mayoría de los asistentes; el boleto para esa sección tuvo un valor de
$50 pesos. En la parte de arriba, la de asientos azules, se encontró la
minoría, alrededor de 300 personas.
El público se mantuvo aplaudiendo entre escena y escena, no sólo porque
le agradó la ópera, sino porque no sabían cuando era el momento de
aplaudir. Salvador Arismendi y Enrique López, quienes asistieron por
recomendación de un maestro, se guiaron por la intermitencia de la
música para ovacionar la obra.
Allá en el escenario, los parlamentos cantados por los tenores relataron
la historia de dos parejas de enamorados en medio de un juego de
infidelidades. Los actores se presentaron con vestuarios de esta época,
colores llamativos y en algunos casos fluorescentes. Esto, porque a
decir del director de Orquesta, Enrique Barrios, se trató de modernizar
la obra; quedaron descartadas las pelucas rizadas de los varones y los
largos vestidos de las señoras del siglo XVIII. "Los tiempos cambian,
pero no la naturaleza humana", afirmó
La ópera "Cosí Fan Tutte" o "Así son todas" transcurrió en medio de
bostezos y risas aisladas de un público heterogéneo, que lo mismo
disfrutó de algunas escenas y se dejó aburrir por otras, a lo largo de
dos horas de representación.
A decir del Departamento de Difusión del Consejo Estatal para la Cultura
y las Artes de Chiapas, organizador del evento, con esta y las
subsecuentes obras a presentar se pretende introducir paulatinamente a
los chiapanecos en la cultura.
Al finalizar la obra la gente salió a prisa, sin dispersarse, más bien
conformando un grupo compacto que se retiró cual una enorme mancha
oscura en el camino; quizá recordando la ópera o preocupados, algunos,
por hallar un taxi, siendo ya la medianoche.
Mientras tanto, los carros y camionetas último modelo, con chóferes al
volante, permanecieron en el estacionamiento del Poliforum. Los dueños,
parte del grupo de alto rango de la política del estado, se quedaron a
disfrutar de la cena en su honor, ofrecida por el organismo anfitrión,
el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes.
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