Facultad de Filosofía y Letras/UNAM
Angélica Beltrán
LA
CONFORMACIÓN DE LA NACIÓN NORTEAMERICANA
El historiador norteamericano
Richard Slotkin, en su obra acerca de la conformación de la identidad
estadounidense, escrita en tres tomos, encuentra que para conocer cómo funciona
una sociedad, cómo se conforma una nación es necesario conocer la identidad de
esa nación a través de su cosmogonía, la que establece un orden determinado a
ese grupo social. Para ello en indispensable estudiar los mitos y la religión de
esa sociedad.
El papel de los mitos en la
conformación de la identidad norteamericana
Los mitos nos permiten tomar conciencia de nuestra
situación con nosotros mismos, con los otros, con el mundo y con el cosmos. Con
conecta con la vida a través de una consciencia distinta de la ciencia.
Los mitos nos
dicen quienes somos, por qué estamos aquí. El vacío del hombre moderno, el
desamparo en el que vive es por la falta de mitos que den cuenta de su
existencia y devenir. En la sociedad arcaica lo sagrado es lo real y el mito es
la verdad; y nos dice cómo acercarnos a él. En las sociedades modernas aparecen
los mito, pero de una manera disfrazada a través de ceremonias religisas y
profanas comunes tales como la fiesta de año nuevo, los bautizos, los
casamientos, las fiestas de XV años.
Al revalorizar
los sueños Freud revaloriza la importancia de los mitos y entre ellos la
relevancia de los símbolos aún en los tiempos “modernos”. Los mitos juegan su
papel, no obstante los hombres seamos concientes o no de lo que nos entregan
“ideológicamente” los mitos.
Al darles importancia a los mitos, los
autores que los ha retomado tal como Richard Slotkin se presenta una ruptura
cíclica del tiempo. Lo que representan los mitos da cuenta del mundo coherente;
es una sabiduría profunda para la vida práctica, anuncia los tiempos de siembra,
de casamiento, etc.
Uno de los mitos que ha prevalecido a través
de las centurias es el de la ciudad arquetípica Jerusalén, modelo ejemplar para
repetirlo y recrearlo.
Las sociedades que comulgan con la tradición judeo-cristiana
reproducen los elementos divinos tales como el cielo y tratan de recuperar algo
perdido y muy valorado que es el paraíso.
A diferencia de esta cosmovisión, en ciertas
sociedades arcaicas indígenas la tierra es la liberación, la salvación, la
cultivan, la adoran, la veneran; sin embargo, en la tradición judeo-cristiana la
tierra no es otra cosa que la condena, el valle de lágrimas y el “trágico” y
obligado tránsito hacia el paraíso. En ambos casos los mitos son eficaces en
términos de organización social.
Las cosmovisiones de cada sociedad van a
modelar a su vez las estructuras sociales más comunes de cada grupo humano, tal
como la estructura familiar. El mito es organizador de sociedades; crea
instituciones diversas, de propiedad de la tierra en algunos casos como en el de
la sociedad anglosajona, los puritanos sajones.
Para recrear el jardín del
edén la sociedad anglosajona se reapropia de la naturaleza. La exploración y la
apropiación de un territorio en la cosmovisión judeo-cristiana es fundamental.
El mito es un conocimiento
válido en cualquier periodo de la historia de cualquier sociedad, nos permite
relacionarnos entre sí, nos permite la cohesión social, y nos da la idea general
de la cultura de un país; y es un elemento que tiene pertinencia en el
desarrollo histórico. El mito representa un elemento eficaz para la concepción
de un grupo social respecto a su mundo y su persona.
Nos relaciona asimismo con el
inflamando, con el cual no debemos perder contacto.
El mito como comportamiento humano es un
elemento civilizador, y como una experiencia individual se hace sentir en los
sueños.
El mito está vinculado con el arte.
Profano
Religioso
Comportamiento humano
Elemento civilizador Experiencia individual
En la historia particular de Estados Unidos la expansión
territorial hacia el oeste y la idea de gobernar al mundo rigen su visión. En
este sentido, la frontera es el factor que le permite ser grande y expandirse.
La idea de la frontera en
Estados Unidos es mítica. Hay peligro donde ocurre la conquista del territorio.
Las ideas arcaicas de los mitos se transfieren al lenguaje laico e incluso en el
científico, particularmente en el lenguaje histórico, que se pretende
científico.
La idea del centro es también mítica, el
centro está lleno de peligros. Entonces se trata de dominar esos peligros. Se
inician los ritos de construcción.
En la narración mítica aparece el héroe, que
se convierte en la vida común ejemplo a seguir, modelo a imitar
El mito es irracional, evoca la emoción no la razón.
Tiene eficacia en la vida práctica, son utilizados en la teoría política con
gran eficacia.
El mito establece descansos, ciclos,
repeticiones, dicta comportamientos. El mito establece la identidad de una
nación. Los símbolos de los que hace uso el mito cohesionan a los hombres más
que cualquier discurso, porque no apelan a la razón sino a la emoción.
El mito habla del paraíso perdido, del
misterio del hombre, de la mujer, del amor... El mito hace posible la cohesión
social, da la idea general de la cultura de un país, y tiene pertinencia en el
desarrollo histórico.
El mito es un arquetipo que se encuentra en
todos lados. Para los Puritanos el sentido de la culpabilidad en la historia es
fundamental; y esa es una de las razones del destacado lugar en que se encuentra
Estados Unidos e Inglaterra con respecto al mundo. Ambas naciones han logrado el
éxito institucional y expansionista. Existe una estrecha relación entre mito y
progreso.
Como visión del mundo,
el mito es una ideología
El mito forma también
la identidad nacional de un país
Como parte de los elementos
para elaborar una teoría de la cultura, el mito juega un papel importante;
siempre como una pieza no racional.
Elementos
de una teoría de la cultura
Mito y
religión Carácter nacional
Grupo social
Los errores y la violencia
que se presentan en una sociedad son atribuidos al mito; ya que se le considera
piedra fundadora. El mito se manifiesta a través del arte, a través de la
literatura, y se expande, por ende, prodigiosamente luego de la invención de la
imprenta.
La difusión del mito se logra
gracias a la impresión literaria, con lo cual la producción de los mismos se
extiende por diversas y variadas regiones.
De acuerdo a algunos
estudiosos del mito, como es el caso de Alfredo López Austín en Los mitos del
Tlacuache, el mito constituye una acción psicológica y social; en primera
instancia porque ofrece una explicación acerca del entorno del hombre, y en
segundo lugar porque el mito puede ser usado para manipular, en diversos
aspectos de la vida, ya sea en el social, cultural o político.
CULTURA Y NACIÓN EN LA FORMACIÓN DE ESTADOS
UNIDOS
Historiografía de Richard Slotkin
Richard Slotkin realiza una teoría de la cultura,
ya la dimensión cultural es para él fundamental para conocer la dimensión
económica y política de una nación. La cuestión cultural enriquece la
comprensión de las otras esferas de la vida social.
En la creación de la mitología norteamericana, el mito
conlleva tres elementos consustánciales que son: la existencia de una figura
destacable, el héroe; el universo donde se desarrolla el héroe, y la
narrativa mediante la cual se arma la historia mítica.
Existen arquetipos universales sobre la concepción de la
vida y la muerte, y sobre el sacrificio del héroe; pero en la producción del
mito en la nación estadounidense existen arquetipos particulares; dentro de la
mitología nacional se fabrica el mito retomando elementos de la mitología
universal.
De acuerdo a algunas ideas en Regeneration through
violence, en el apartado The search for a hero and the problem of the
“natural man”:
Un ejemplo de cómo
afectan los mitos en la vida cotidiana de los norteamericanos es la idea
negativa que tienen de los pueblos indios, cuya piel no es blanca. Se relaciona
el color blanco con lo bueno y el oscuro con lo malo, lo demoníaco. Asimismo
creen que los indios gustan de las fronteras, de los bosques; mientras que los
norteamericanos desprecian los bosques, los ven como áreas desoladas donde
suceden cosas terribles.
Por otro lado, el hecho de que
los indios no usen casi ropa los hace despreciables a la vista de los puritanos
venidos de Inglaterra que conformaron la nación estadounidense, ya que para
ellos el no usar prendas es algo vergonzoso, impúdico; mientras que para los
indios esa cuestión de no cubrir totalmente el cuerpo nada tiene que ver con el
pudor ni la culpa que cargan los grupos puritanos.
La recreación del Edén, del
paraíso perdido se va a lograr, según la percepción de los estadounidenses, se
va a lograr a través de la violencia. De la violencia hacia la naturaleza, a la
cual hay que dominar, y a través de la violencia en contra de quienes no
comulguen con las mismas ideas que ellos. La
historia del puritanismo se nos presenta como una idea libertaria.
Será este grupo, el de los puritanos el que libertará a los hombres, de acuerdo
a su propia visión y acción.
Si bien la violencia no es
exclusiva de los estadounidenses, lo que la hace parte de su cultura es la
manera en que la simbolizan dentro de su cosmovisión religiosa; que coloca a la
violencia como el medio de liberación, el medio por el cual se regenerará ese
pueblo. La violencia se convierte así en parte central para la
construcción del carácter nacional de los norteamericanos.
Para los estadounidenses la
violencia ocupa un lugar destacado como defensa, pues en primera instancia la
naturaleza les es hostil. Surge aquí la idea de l poder humano sobre la
naturaleza.
A este respecto es bueno
apuntar que como historiador Slotkin al señalar ideas como las antes
mencionadas, le está atribuyendo una importancia relevante a las
irracionalidades en el desarrollo de las sociedades.
La relación con lo religioso
le da más solidez a la identidad de una nación; la religión hace más fuerte una
historia nacional. Dentro de la religión puritana, la cual profesan en su
mayoría los estadounidenses, prevalece la idea de que son ellos, por elección
divina, el pueblo elegido para dominar al resto del mundo y guiarlo.
El mito gana arraigo en
función del éxito que logra; cuando sus preceptos dicen en la práctica cotidiana
que en efecto son correctos y conllevan a la buena fortuna.
Dentro de este proceso de
predestinación divina se encuentra la idea del éxito que se logra al dominar la
naturaleza; el de la idea de la labor humana como único medio de salir adelante,
sin esperar milagros; el destino predeterminado para expandirse por doquier; y
la idea de la naturaleza hostil y agresiva. Por lo anterior, es la violencia el
instrumento con el cual se desenvuelven y viven como lo más común. Así, nos
encontramos con la sociedad estadounidense como una sociedad militarizada.
Los fundadores de la nación
norteamericana, los puritanos, siendo producto de la revolución puritana
sucedida en Inglaterra a principios del siglo XVII, destacan la idea de ser
ellos el pueblo elegido por gracia divina. Como cristianos, los puritanos tienen
una cosmovisión acerca de lo sexual como algo malo, pues es esa la razón por la
cual fueron expulsados del paraíso Adán y Eva. Sin embargo tienen una doble
moral; por un lado consideran lo sexual como algo maligno; y por el otro,
realizan carnavales de gran libertad sexual.
En cambio, para los indios es
otra la cosmovisión y por ende otra la forma de ser y desenvolverse ante los
suyos y los grupos ajenos a su núcleo, así como con la naturaleza, el mundo y el
cosmos. En este caso no hay culpables, ni penitencias; en el primer caso sí.
Asimismo, los hombres de esta
naciente nación van a vivir con la idea de que los logros alcanzados por ellos
no son por gracia de Dios, sino por el contrario, sus triunfos y derrotas sólo
tienen que ver con la capacidad de cada hombre.
Se inicia la conformación de
un nuevo hombre, ya no es europeo, es el americano el hombre nuevo, el que ha
retomado elementos de los indios que considera rescatables. La visión que tienen
de los indios ya es diferente, ya los ven como salvajes sino que reconocen en
ellos algunas virtudes.
El distanciamiento con
Inglaterra y el reconocimiento del indio conlleva a la creación de una doctrina
política a partir de los mitos puritanos; en esta emergente doctrina política lo
religioso se vuelve secular.
Es de notar que el mito desde
el momento que se logra sentar se reviste de ropaje. Primero, a la naturaleza ya
se le había quitado la idea de lo divino, de ahí que se vuelve secular el
discurso.
El estatus superior del hombre
americano se produce ahora por parte y de acuerdo a la idea que se crea el
hombre y que descarta las cuestiones divinas, esa superioridad es por cuestiones
humanas; en este contexto, es el hombre blanco superior a cualquier otra raza;
ellos así lo consideran.
Al realizar análisis sobre las
cosmovisiones, se podrá encontrar que éstas derivan de mitos de origen, y cada
cosmovisión se proyecta en la sociedad en lo jurídico, lo político y lo social
de cada comunidad.
Para el puritano la naturaleza
no forma parte del cosmos, se sale de su control, es parte de otro contexto; de
ahí que es menester reorganizar a la naturaleza para aprovecharla en beneficio
propio del hombre que ha dominado.
Esto es destacable toda vez
que el pensamiento de la religión conlleva a la construcción de instituciones no
solo religiosas sino incluso civiles. De ahí que los cuentos bíblicos, que
serían lo mismo que los mitos, Jackson Turner, destacado historiador
norteamericano, los convierte en historiografía.
El historiador
no puede juzgar la historia de pueblos pasados, sino más bien ver con qué
ideas vivieron sus historias.
La tesis general que maneja el
autor Richard Slotkin al retomar la idea de los mitos como formadores de la
identidad nacional estadounidense, es que:
La mitología de una nación es la máscara inteligible
del carácter nacional de un país. Nos da un sentido de coherencia y dirección en
la historia. Estados Unidos integra en su historia la idea de la mitos y con
estos la idea de la ”misión civilizadora del pueblo estadounidense.
Autores
tales como Christopher Hill y Edgar Morán que han centrado sus estudios en la
relevancia de los mitos, consideran que en general no podemos borrar toda
distinción entre lo mítico, lo sagrado y lo religioso. Ya que se conjugan esos
elementos mediante un complejo proceso que toma elementos de lo religioso, y los
presenta con un lenguaje laico, pero su trasfondo es religioso.
De acuerdo a esta línea de
investigación no se debe desvincular la emoción de la razón, considerando ambos
aspectos podremos llegar a conocer mejor a los hombres y su entorno.
Conocimiento
En realidad nunca ha habido
ruptura entre lo religioso y la razón. Aunque en los siglos XVI y XVII, en la
época de las luces, se reducen las obras de arte y aumentan los estudios
científicos, no hay distinciones tan claras entre o religioso, lo mítico y lo
sagrado.
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