Facultad de Filosofía y Letras/UNAM
Posgrado en Historia
Angélica Beltrán
Enero, 1997
HISTORIA ANTIGUA DE MÉXICO
FRANCISCO XAVIER CLAVIJERO.
Los
estudiosos modernos han precisado que el objeto de estudio de la
historia es el hombre y su sociedad. Mientras más elementos se
incluyan para estudiarla, mejor comprensión se tendrá del hecho
histórico, nos dice el historiador francés Marc Bloch; siendo
estos elementos, primordialmente, aquellos consustanciales al
ser humano: su entorno físico, social y temporal.
En cualesquier historia, es menester ubicar al hombre en su
tiempo y espacio: ambiente, sociedad, costumbres, “política”,
cultura, economía... Para así lograr el sustento del discurso
historiográfico y una o varias explicaciones del pasado; y esto
mismo hace Clavijero.
Su obra constituye una historia muy completa de México antiguo,
una pieza clave para conocer y entender las culturas
prehispánicas asentadas en el territorio de Anáhuac. Incluye los
aspectos más importantes de una sociedad: el entorno físico:
natural y geográfico; el aspecto social: la economía y
organización; y el moral: lo religioso.
Al abordar de esta manera su objeto de estudio, tomando diversos
aspectos del mismo, Francisco Xavier Clavijero se adelanta a su
tiempo en el sentido de haber logrado una obra magna, válida en
términos de discurso histórico, por el rigor en que está escrita
y por su orientación racional : bien fundamentada, investigada y
crítica.
CONTENIDO DE LA OBRA
La Historia Antigua
de México
escrita entre 1770 y 1780, consta de 10 libros
que abordan cada uno de ellos aspectos varios de la vida de los
mexicanos.
El libro primero trata acerca de la historia
natural :vegetación, animales y geografía del ambiente en el
cual se desarrolla el hombre del México antiguo. En el libro
dos, Clavijero establece el perfil de los mexicanos.
En los libro III, IV y V aborda la vida cotidiana de los grupos
prehispánicos : diferencias, guerras, conquistas, casamientos,
funerales, fiestas, cultos, comercio, gobiernos, ascenso y
reemplazo de reyes, etc.
El sexto, trata lo relacionado a su vida religiosa, así como su
economía y policía. El séptimo, acerca de su cultura, su arte,
sus leyes, su medicina y economía. El octavo y noveno, abarcan
desde el arribo de los españoles al territorio de Anáhuac hasta
las primeras relaciones con los grupos indígenas; sus alianzas,
choques y su marcha con rumbo a la metrópoli.
El décimo y último, el encuentro de españoles y mexicas, sus
enfrentamientos ; la caída del imperio azteca en manos de los
peninsulares ; y, finalmente, la nueva forma de convivencia y
organización social de estos dos grupos.
RASGOS BIOGRÁFICOS DEL AUTOR
No olvidemos, por otra parte, que el historiador es un producto
de su momento, de su sociedad y su clase. Detrás de él hay un
estímulo que actúa y lo dirige en algún sentido. Por lo antes
dicho, es importante situarnos en el contexto histórico del
autor de la Historia Antigua de México.
Francisco Xavier Clavijero nace en el puerto de Veracruz hacia
el año 1731. Durante su infancia convive con los indígenas
súbditos de su padre; de quienes aprende sus lenguas, entre
otras, el nahuatl, otomí y mixteco. Conocimiento que le será de
utilidad para elaborar su obra, y comprender mejor la
historia de los antiguos mexicanos.
Clavijero forma parte de aquel grupo social falto de identidad
propia por carecer de nación, por haber nacido en una tierra muy
distinta a la de sus padres con quienes viven y mantienen
costumbres de una patria desconocida, España.
Pertenece a la llamada casta de los criollos : hombres y mujeres
nacidos en América de padre y madre españoles. Este sentimiento
de no pertenencia a la tierra de sus padres es lo que le lleva,
entre otras cosas, a escribir su historia, como posteriormente
veremos.
Como la mayoría de los jóvenes de su generación y clase, estudió
filosofía, teología y retórica en colegios de jesuitas. Y en
1748 entró a formar parte de esta orden. Estudió en los colegios
más prestigiados de la Nueva España : en Guadalajara, Valladolid
(Morelia) y Puebla. Lo que le dio ocasión de conocer diferentes
regiones de este país.
En el año de 1767, se expide un decreto del rey Carlos III de
España, donde se ordena la expulsión de los jesuitas de tierras
pertenecientes a la corona.
Así, cerca de 400 miembros de esta compañía salen al destierro.
Javier Clavijero es conducido a la Habana, Cuba y de ahí a
Bolonia, Italia, donde pasó los últimos años de su vida y
escribió su obra.
Hacia 1770, las ideas de la Ilustración acerca del nuevo mundo y
sus nativos resultaron ser para Clavijero contrarias a su
opinión personal basada en estudios ya iniciados en la Nueva
España, y la convivencia con los americanos, de los cuales él ya
formaba parte, aunque en el destierro.
Los ilustrados establecían que el americano de antes de la
Conquista, era salvaje, primitivo, inculto, falto de intelecto,
afeminado y cobarde, inferiores a los hombres del viejo
continente.
Estas concepciones “nefastas y falsas”, a opinión de Clavijero,
comenzaron a propagarse en toda Europa e imprimirse en la magna
obra denominada La Enciclopedia.
La efervescencia de la corriente de la ilustración es
especialmente notoria en países tales como Francia, Inglaterra,
Holanda e Italia. Siendo así, Clavijero se empapa de este
pensamiento; lo adopta y crea su obra más importante
Historia Antigua de México.
Sirviéndose de algunos métodos de la filosofía de la
ilustración, Clavijero elabora una obra de igual magnitud, a la
altura de cualquiera de los ilustrados; para responder a las
afirmaciones equivocadas de los hombres ilustrados de Europa.
Clavijero, se muestra así mismo en esta obra como un hombre de
su época, como un ilustrado; no obstante el apego a su vocación
religiosa (recordemos que la corriente de la Ilustración fue un
movimiento científico que rompía con la manera tradicional de
explicar el universo y la humanidad. La creencia de que Dios
padre había creado al mundo y a los hombres y a través se su
voluntad se explicaban sus hechos, ya no se aceptaba más).
CONCEPCIÓN DE LA HISTORIA
En otro aspecto, es importante saber las motivaciones e
intereses que tuvo nuestro autor para escribir su obra. En este
caso no es difícil saberlo, toda vez que él mismo lo estableció
en el prefacio de la Historia Antigua de México:
“Emprendí esta obra por servir en lo que pudiese a mi patria”.
La forma en que trata de servir a lo que él tempranamente llama
patria, es colocar a esta tierra en un alto sitio.
Para Clavijero, la historia, siendo ya una de las disciplinas
más impregnadas de la vida común de los hombres, constituye un
arma que, que en su visión, serviría para desmentir las severas
afirmaciones:
“Las virtudes del antiguo mexicano: sobriedad en el comer
y beber, paciencia en el trabajo, entereza ante el peligro,
severidad en el castigo, amor por los hijos, respeto a los
padres y una inclinación definida hacia la superstición en la
práctica externa de la religión”. (Libro I, pág. 21)
A través de su Historia trata, y lo logra con pulcritud, de
desmentir dichas concepciones, y además, de reivindicar el
esplendor del México antiguo, de los hombres de aquella época y
de los nuevos americanos, los criollos
“Pauw escribe de los americanos desde su gabinete en Berlin, sin
salir de él sabe las cosas de América”.
(Pág. 25)
“No es la realidad occidental la que tienen estos ilustrados
como norma suprema sino que es la razón occidental, que
sobrepasa todas las determinaciones sociales e históricas”.
(Pág. 25)
“En cvanto a lo que dicen nuestros filósofos de la fealdad de
los animales americanos, es verdad que entre tantos hay algunos
cuya figura no corresponde a la idea que tenemos de la hermosura
de los brutos . Pero ¿quién nos ha asegura que tal idea sea
justa”.
(Pág. 30)
Esta historia le sirvió a él y su grupo social para defender el
estatus del hombre americano, y constituyó el germen y
origen de la corriente del patriotismo criollo; que encauzó la
búsqueda de los criollos para crear una identidad nacional.
Al percatarse de los errores en que incurrían los ilustrados y
por el sentimiento de cariño y pertenencia que le profesaba
Clavijero al lugar donde nació y vivió sus primeros 36 años de
vida, tuvo la motivación de escribir esta historia.
Así, la mayoría de sus causas para escribirla son de tipo
personal; no olvidemos que es un hombre en el exilio,
desterrado; parte de un nuevo grupo social, el criollo; grupo
que es discriminado en Europa y también en América.
CÓMO SE ESCRIBE LA HISTORIA
Se escribe, de acuerdo a Clavijero, confrontando a varios
autores, de diversas corrientes, versados en el tema de estudio.
No haciendo sólo recopilación de datos sino emitiendo juicios a
partir de razonamientos lógicos.
Sabiendo que en la realidad los acontecimientos en apariencia no
tienen sentido, el historiador, en este caso, tiene que armar la
historia, el discurso, hilado y lógico, que presente causas y
efectos, que explique los hechos y no sólo los relate.
“A los toltecas los acabó el hambre y la enfermedad, luego
de sequías y desastres naturales” (Libro II, pág. 182).
Clavijero no señala sólo lo que considera es lo más importante,
no se limita a hacer una historia anecdótica o de
personalidades. Va más allá, señala líneas de desarrollo: la
interrelación entre la masa social y los gobernantes, formas de
convivencia, de costumbres, ideología, entorno natural.
“El motivo que tuvieron los chichimecas para abandonar su patria
es incierto. El último rey había dejado el gobierno dividido
entre sus dos hijos Achcauhtli y Xoloc. Este, o disgustado,
como es natural, de compartir con otro su autoridad o
reconociendo que los montes de aquel reino no bastaban para
proveer de sustento a sus habitantes, determinó remediar la
necesidad.”
(Libro II, pág. 52).
Lo más importante, es quizá, que presenta interpretaciones
acerca de los hechos y actos propios de los pueblos
precolombinos ; interpretaciones no rígidas, siempre sujetas a
crítica, con fundamento, o sacada de una fuente verídica y
confiable.
Aunque advierte que probablemente nunca se sabrán a ciencia
cierta como fueron en realidad ciertos acontecimientos:
“Por lo que mira a las demás naciones que se fueron asentando en
el territorio de Anáhuac, es increíble la variedad y confusión
de los historiadores sobre su origen, su número y el tiempo en
que arribaron. El grande y prolijo estudio que he tenido para
indagar la verdad sólo me ha servido a aumentar la
incertidumbre, y a hacerme perder del todo la esperanza de que
algún día se sepa lo que hasta ahora se ha ignorado”.
(Libro IV, pág. 205).
En esta magna obra, en la que Clavijero escribe como un
ilustrado, donde prevalece la razón por encima de las creencias,
sin olvidar su formación cristiana, el autor elimina casi por
completo los elementos característicos de la tradición
historiográfica católica; aunque subsisten algunos motivos
religiosos, es claro que éstos están supeditados a otros
intereses.
Por ejemplo, cuando dice que el hombre americano tiene su
origen, al igual que el europeo en el padre Adán. Esto, para
afirmar que de ninguna manera es inferior a éstos.
En su Historia Clavijero opina y emite juicios ; como es claro,
a favor de los indígenas. Pretende comprender el ser y actuar de
los antiguos y nuevos mexicanos. Se mueve como historiador en
tanto que explica los acontecimientos y no los justifica.
Ante esto, Clavijero se basa en minuciosas investigaciones,
cuyas fuentes son primordialmente Juan de Torquemada:
Monarquía Indiana e Ixtlixochitl, por parte de autores
americanos; y de lado de los europeos, se sirve de los textos
que critica, para retomar datos y contraponer las concepciones
vertidas ahí con las de él ; estos son, el naturista francés
Georges-Louis Leclerc de Buffon, el antropólogo holandés
Cornelius de Pauw y William Robertson, historiador británico. A
quienes cita con respeto y corrige ciertas imprecisiones y, en
diferentes ocasiones, pone en duda sus afirmaciones.
“D. Antonio Ullua dice que el nopal en que se cría la cochinilla
no tiene espinas, pero en este punto le informaron mal”
(Libro I, pág. 161).
“M. de Pluche se engañó cuando en su Espectáculo de la
Naturaleza describe el árbol del liquidámbar como un arbolillo.
Por el contrario, el árbol es grande” (Libro I, pág. 156).
Agrega a este trabajo, su juicio, respaldado con bases firmes,
las más de las veces, acerca de qué obra es fidedigna,
confiable, bien realizada, cual no, y qué méritos se encuentran
en todas y cada una de ella.
Por otra parte, cabe hacer notar, que si bien el esquema moderno
para escribir historia exige la contextualización del objeto de
estudio, una sociedad por ejemplo, como en el caso de Clavijero.
Él, adelantado a su tiempo, siguió este esquema; se ubica
perfectamente en el tiempo y espacio de los grupos prehispánicos
- su objeto de estudio - y logra dar una visión general de
éstos y su sociedad.
Esta obra, por su calidad en todos los aspectos: investigación
histórica rigurosa, basada en fundamentos sólidos, comparaciones
con otros escritos que abordan el mismo tema, ha sido bien
reconocida y bien recibida en Europa, y en América, en
particular, porque, a través de sus pasajes, reivindica la
cultura americana, entendida ésta como la de los grupos
indígenas y hombres nacidos en el nuevo mundo. Y la considera
restauradora de la verdad y la justicia históricas.
Esta verdad, que en la historia es muy relativa, Clavijero la
maneja de manera moderada; ya que como es común, surgen dudas
que muchas veces no pueden ser despejadas y el historiador, como
en el caso del autor que nos ocupa, debe admitir que en ciertos
pasajes de la historia hay lagunas que por falta de datos
confiables no pueden ser salvadas.
“La historia de la primitiva Anáhuac es tan oscura y está
alterada con tantas fábulas (como la de los demás pueblos del
mundo) que es imposible atinar con la verdad”.
(Libro II, Pág. 48)
Al confrontar algunos autores, Clavijero, transcribe algunos
datos o pasajes de la sus textos y añade: “ignoro cuál sea su
fundamento” o bien “respeto la autoridad, pero dudo de su
dicho”.
Así por ejemplo, en el libro III establece: “Es increíble
lo que añade Torquemada en su reseña del pueblo chichimeca, dice
que halló más de un millón de chichimecas, y no es posible que
en tan corto espacio d tierra (20 leguas) se pudiese mantener un
millón de cazadores.” (Pág. 187)
“Que Xoloc reinó 113 años y vivió más de 200.
“Quién será capaz de exponer todas las contradicciones y
anacronismos de Torquemada”. (Pág. 195).
En cuanto a su estilo de escribir la historia, es de reconocerse
que no generaliza, cuestión que debe ser considerada muy valiosa
cuando se escribe :
“Estas eran las principales provincias mediterráneas del reino
de México, omitiendo por ahora varias otras provincias y estados
menores que había entre ellas...”
(Libro I, Pág.67).
Incluye en su narración descripción plásticas y coloridas de los
productos de América : plantas y animales, para mejor
conocimiento de los mismos en Europa. Explica minuciosamente su
constitución física y biológica y alterna el nombre que tenían
en mexicano y el nuevo que han hecho variar los españoles:
“El maguey o pita que los mexicanos llaman metl, es una de
las plantas más comunes y más útiles. El Dr. Hernández describe
19 especies de magueyes, aún más diferentes por la sustancia que
por la figura y color de sus hojas”.
Aporta elementos referidos al conocimiento empírico de los
indígenas y se lamenta que los primeros españoles que llegaron a
este territorio no hayan tomado notas de toso ese conocimiento
que se ya perdido en su mayoría:
“El bagre es de un gusto muy delicado, pero nocivo, si no se le
purga antes su carne con el zumo de la naranja, o con otro ácido
de cierta baba viscosa que tiene”.
Da recomendaciones.
“Este empleo de tantos hombres y provecho, aseguraría la
subsistencia y ocuparía útilmente a tanto gente baldía, que por
no tener en qué emplearse pasa la vida en el ocio más
ignominioso.”
(Libro I, p 107). Se refiere a la extracción del hule.
Finalmente, diremos que las ideas generales que Clavijero
transmite a través de su obra son: los indios de América
proceden del mismo origen que los europeos, del padre Adán. Por
lo tanto, no es inferior a los hombres del viejo continente.
El indio es racional, al igual que todos los americanos, del
pasado y presente. A los hombres nacidos en América les
corresponde la historia de indias, cuya naturaleza es clásica,
tal como la greco-romana.
Si el origen del americano y europeo es el mismo, su mezcla
biológica y cultural da resultados productivos.
BIBLOGRAFÍA
Bloch, Marc. Introducción a la historia, Breviarios,
F.C.E., México, 1987, 1a edición 1949, en francés,
157 Pág.
Clavijero, Francisco Javier. Historia Antigua de México.
Editorial Porrúa, México, 1964 ; 621 pp.
Estudios
de historiografía de la Nueva España,
Hugo Días-Thomé, Fernando
Sandoval, Manuel Carrera, Carlos Bosch, Ernesto de la Torre,
Enriqueta López Lira... Colegio de México ; Centro de
Estudios Históricos, México, 1945, 1a edición.
El discurso histórico, Roland Barthes. Instituto de
Investigaciones Históricas, Boletín de Información,
mayo-agosto, 1983.
Francisco Xavier Clavijero. Antología ;
Estudio introductorio y selección de Gonzalo Aguirre
Beltrán, septentas, SEP ; 1976, Editorial Melo, 198 pp.
Francisco Javier Clavijero. Antología ; estudio
introductorio y selección de Gonzalo Aguirre Beltrán,
Septentaas, SEP ; 1976, Editorial Melo, pág. 20.
Esto me lleva a pensar, en primera instancia, que el
artículo 1 de la Constitución Mexicana establece que
cualquier hombre que nazca en territorio mexicano
pertenece a este lugar como nación, atendiendo, quizá, a
todos aquellos que durante la conquista nacieron aquí, y
el lugar de procedencia de sus padres era otro y no
México ; estos nuevos grupos sociales efectivamente no
tenían una residencia clara. No así los mestizos, que
siendo producto de la sangre indígena, su lugar es
México, sin lugar a dudas, España no lo es. Para ellos
no hay confusión en cuanto a su pertenencia, pero sí en
cuanto a los grupos sociales producto de mezclas entre
razas provenientes de otros continentes : Europa, Africa
y Asia. Los mestizos sí tienen arraigo, raíces ; ¿por
qué entonces Samuel Ramos considera al mexicano
-mestizo- un hombre sin identidad, y Octavio Paz, un
hombre solitario ?
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